De repente los ves y te enamoras por su aspecto. Porque es bonito, muy bonito y cuando empiezas a mirar y ves lo que es capaz, solo quieres que tener uno, fabricarte uno así.
Se llama Cirin, es un coche radio-control propulsado por gomas elásticas. nada de baterías, queda mucho mejor decir que es energía elástica, pero en realidad es una tira de goma de 4,5 metros.
Este «motor» parece que no vaya a darnos mucha diversión. Pero Cirin es capaz de alcanzar casi los 50 km/h en velocidad punta y puede recorrer en torno a 150 metros, no es mucha autonomía, pero sí mucho más de lo que esperaba para un trozo de goma. Lo que sí me ha impresionado es la velocidad punta, increíble.
Con un diseño inspirado como dice Max Greenberg, uno de sus creadores, en los coches de carreras de 1950 y en los huesos de las aves.