Si es la primera vez que oyes este nombre, estás de suerte porque hoy te vas a sorprender. El PCL es una plástico termoplástico que podemos moldear con las manos al calentarlo alrededor de 60ºC y que se endurece con el frío y podemos repetir el proceso una y otra vez, cientos de veces.
Al enfriarse se vuelve duro y tenaz, no conduce la electricidad ni el calor, no es tóxico y es biodegradable. ¿Parece la solución perfecta para nuestros inventos no?
A mí me recuerda al Sugru, pero pudiendo reutilizarlo y parece que es más difícil de manipular. Aunque por supuesto el poder reutilizarlo una y otra vez es un punto muy importante.
Mira como ocurre la magia….